viernes, 4 de septiembre de 2009

Adiós a las Armas


Hemingway nos traslada a la Italia de la Primera Guerra Mundial. En la novela la guerra de trincheras se traslada al interior de los personajes y de ahí directamente al interior del lector. Durante su lectura pasas por varios estados de estupor, tristeza, esperanza, incluso remordimientos. Hemingway remueve la conciencia del lector, le pone el uniforme de soldado y lo lanza a la crudeza de un conflicto bélico. Por eso esta novela supera al resto del género.


Estamos en la primera guerra mundial, pero ese dato no importa, porque todas las guerras son iguales; en todas se suceden historias de amor y odio, amistad y traición, esperanza y desesperación. Es una novela sencillamente dramática con tintes autobiográficos basados en la propia experiencia del escritor.


El protagonista es un americano que conduce una ambulancia como oficial voluntario del ejército italiano. El firme cumplimiento del deber para el soldado llena la primera parte de la novela, pero ese deber se hace trizas cuando te conviertes en el enemigo de tu propio uniforme. Entonces solo queda huir, convertirte en un desertor para poder seguir con vida.


Durante la guerra la esperanza nace unida al amor que siente por una enfermera. Una bomba que pudo costarle la vida, además de una medalla, le permite pasar más tiempo con su amada. Entonces el amor se convierte en pasión. Cuando pierde a un compañero, abatido por un disparo, llega el momento de decir adiós a las armas. Todo por lo que luchaba se ha vuelto en su contra; al final la lucha consiste en salvar su propia vida, la de su mujer... y la del hijo que está por llegar.


El final no lo cuento, pero si que puedo decirte que es vertiginoso y fascinante, de esos finales que nunca olvidas y nunca quieres que lleguen.

viernes, 27 de marzo de 2009

Todo fluye

 Todo fluye es el testamento literario de Vasili Grossman, que busca a los culpables de permitir un estado totalitario capaz de acabar con la vida de pueblos enteros. Según él mismo dice:


"Ya nada de eso queda. ¿A dónde fue a parar esa vida? ¿Dónde están aquellos sufrimientos? ¿Es posible que no haya quedado nada? ¿Es posible que nadie responda por todo aquello? ¿Que todo se olvide, sin una palabra?"

Siguiendo las directrices de "Vida y destino" estamos ante una nueva lectura política de la Rusia stalinista. Pero esta vez aborda la figura de Lenin, un intocable en la literatura rusa hasta ese momento, y lo hace responsable de la puesta en marcha del sistema totalitario. Ataca los fundamentos mismos del marxismo-leninismo. A medida que vamos avanzando en el libro nos encontramos con el cuadro psiquiátrico de hombres que viven en ausencia de libertad. El protagonista, Iván Grigorievich, pasa 30 años en un campo de trabajo en Siberia, víctima de un dedo acusador (como suele pasar en todos los estados totalitarios). Cuando muere Stalin, Iván abandona el gulag y vuelve a Moscú y Leningrado en un intento de recuperar su antigua vida. Pero ahí descubre que su regreso a la libertad es una incomodidad para sus antiguos amigos, que recuerdan, cada vez que lo ven, que son culpables, por acción u omisión, de su desgracia. Casi todos ellos siguen siendo buenas personas, lúcidas y afectuosas. Pero han claudicado ante ellas mismas.

Los mecanismos de la delación, de hecho, son uno de los temas de Todo fluye. En un momento dado, Grossman convierte su novela en una especie de tribunal en la que cuatro delatores se presentan ante el lector como si comparecieran ante un juez. Uno es delator por debilidad; otro, por buena fe revolucionaria; otro, por miedo; otro, por lucro... Grossman expone los casos de los «cuatro judas» y solicita a sus lectores una sentencia. Pero para todos ellos pide la absolución.

Nunca olvidaré las páginas que relatan el Genocidio Ucraniano, la política alevosa de desabastecimiento y hambre que impuso la Unión Soviética sobre Ucrania y que acabó con millones de vidas entre 1932 y 1933, donde aldeas enteras desaparecían por inanición.

"El pueblo gemía al ser testigo de su propia muerte. Todos gemían, no con el pensamiento, no con el alma, sino como las hojas que susurran al viento o la paja que cruje."

Con Grossman se hace posible relatar el horror de una muerte de hambre.

Grossman terminó 'Todo fluye' en 1963, poco antes de morir, consciente de que sería su última novela.

Al igual que "Vida y destino" esta novela deja un punto oscuro en algún rincón del alma del lector.



viernes, 6 de febrero de 2009

Eugene Grandet

Esta novela forma parte de la serie "La comedia humana", una obra colosal en la que Balzac (1799-1850) intentó retratar, de forma minuciosa, a la sociedad francesa de su época. La obra es una mezcla de recursos románticos con los realistas.

En la ciudad francesa de Saumur, convive la familia Grandet, formada por un avaro tonelero, su dócil mujer y la hija de ambos, Eugene, heredera de la firmeza de carácter de su padre y de la dulce sensibilidad de su madre, una mujer "que no es del mundo en medio del mundo". Con ellos vive la fiel criada Nanette.


No parco en astucia, el viejo Grandet aumenta enormemente su fortuna a base de especular con su avara inteligencia. Pero su avaricia crece proporcionalmente a su negocio. Mientras, recluídas en su casa, Eugene y su madre ven pasar los días vivendo miserablemente, ignorantes de la abundancia que guarda el escabroso anciano.


Dos grandes familias burguesas se disputan impúdicamente la mano de la bella Eugene, pero ella, apartandose de la riqueza de sus pretendientes, fija su amor en su joven primo Charles, huérfano de un padre endeudado que acaba de volarse la tapa de los sesos.


Charles llega a casa de la familia Grandet desconociendo las intenciones suicidas de su padre. Éste, junto con su hijo, envió una carta a su hermano, pidiéndole que se hiciera cargo de Charles y le ayudara a viajar a las Indias. Evidentemente al terrible tonelero le horrorizó el echo de tener que desprenderse de una mínima parte de su fortuna para ayudar a un sobrino al que detestaba desde ese mismo momento. El hecho de que su hermano se volara la cabeza no le produjo ningún escalofrío.


En esta primera parte de la novela ya están todos los ingredientes en la cazuela; todo lo que viene después es consecuencia de ello.


Charles viaja a la india prometiendo amor eterno a Eugene, pero su amor irá cayendo poco a poco por la borda del barco que cruza el Atlántico. Ella permanecerá fiel de por vida a ese amor que se le niega.


Antes de morir, el octogenario tonelero va cediendo poco a poco su tesoro a Eugene, siendo la última frase que sale de sus labios "Me darás cuenta de todo ello más allá..."

lunes, 2 de febrero de 2009

Drácula, el de verdad

Drácula es una de las novelas de terror mejor construidas de toda la historia, no me cabe la menor duda. Lamento no haber hincado el diente mucho antes a este clásico de la literatura universal, porque se disfruta enormemente con este libro entre las manos.

El protagonista de la novela es el Conde Drácula; hombre tremendamente erudito y educado a la vez que poderosamente malvado. Alrededor de este diabólico personaje, giran otros más en la novela, pero en el sentido contrario: el del bien. Se trata de Jonathan Harker, Mina Murray (más tarde Mina Harker), el doctor Seward, el doctor Abraham Van Helsing, Lucy Westernra, Lord Arthur Holmwood (Lord Godalming), Quincey Morris y un loco, Renfield.

Con todos estos invitados, Bram Stoker fabrica una leyenda que no ha sido superada por ninguna otra del mundo de la literatura: la leyenda del Conde Drácula y de los vampiros. Algunos incluso ponen en duda de que se trate de un personaje imaginario.

La novela se desarrolla en dos escenarios bien distintos: el castillo del Conde, en Transilvania y Londres, ciudad donde Drácula espera universalizar su poder y donde se crea la comunidad decidida a acabar con este terrorífico personaje.

Durante su lectura recuerdo muchos episodios impactantes. Algunos como el momento en que Harker no ve al Conde reflejado en el espejo es memorable... el cuaderno de bitácora del capitán del barco que traslada en un ataúd a Drácula durante su travesía por el mar pone los pelos de punta... las visitas al cementerio de los doctores Seward y van Helsing en busca de la No Muerta... y muchos más que invito al lector a descubrir por sí mismo.

He visto todo tipo de obras sobre Drácula: películas, documentales, historietas, etc... No descubrí al verdadero hasta leer la obra de Stoker. Palabra.

sábado, 31 de enero de 2009

Lolita, de Vladimir Nabokov

Sin duda estamos ante una novela que no va a dejar indiferente a nadie. Su calidad artística es indiscutible y su argumento puede agitar la moral de algunos lectores.

Humbert Humbert, el protagonista, es un hombre que, al principio de la novela, cuenta con 37 años de edad. Siente atracción por las niñas con edades comprendidas entre los 9 y los 12 años, aunque al final de la novela rompe con este canon, pues siendo Lolita mayor sigue enamorado de ella.

Lolita, una adolescente de doce años, se convierte en una nínfula, término acuñado por el propio protagonista: “Entre los límites temporales de los nueve y catorce años surgen doncellas que revelan a ciertos viajeros embrujados, dos o más veces mayores que ellas, su verdadera naturaleza, no humana sino de ninfas (o sea demoníaca); propongo llamar nínfulas a estas criaturas escogidas.”
Para estar cerca de esta nínfula, y no levantar sospechas, decide casarse con su madre, Charlotte, aún sintiendo repugnancia hacia ella. Todo se complica cuando Charlotte quiere alejar a Lolita de la casa y descubre unas cartas de Humbert donde expone todos sus sentimientos hacia Lolita y el rechazo que le produce su esposa. Humbert, en un acceso de locura, decide planear el asesinato de Charlotte, pero no resulta necesario consumarlo, porque Charlotte muere atropellada por un coche.

Desde ese momento Humbert se hace cargo de la custodia de Lolita y decide viajar por EEUU, de motel en motel, junto a su objeto de deseo. Lolita, consciente del dominio que ejerce sobre su tutor, no duda en entrar al juego, chantajeando de forma impúdica el bolsillo y los sentimientos de Humbert.


Esta especie de niña demonio es lo que realmente atrae a Humbert; Lolita, esa nínfula de inocencia diabólica le seduce hasta causarle dolor; dolor que nunca le abandonará, puesto que es consciente de que persigue una hermosura inalcanzable, una pasión que nunca podrá realizarse, sobre todo porque tiene que destruir aquello de lo que se apodera.
 

Mi mundo perdido. Copyright 2008 All Rights Reserved David Fernández García