viernes, 6 de febrero de 2009

Eugene Grandet

Esta novela forma parte de la serie "La comedia humana", una obra colosal en la que Balzac (1799-1850) intentó retratar, de forma minuciosa, a la sociedad francesa de su época. La obra es una mezcla de recursos románticos con los realistas.

En la ciudad francesa de Saumur, convive la familia Grandet, formada por un avaro tonelero, su dócil mujer y la hija de ambos, Eugene, heredera de la firmeza de carácter de su padre y de la dulce sensibilidad de su madre, una mujer "que no es del mundo en medio del mundo". Con ellos vive la fiel criada Nanette.


No parco en astucia, el viejo Grandet aumenta enormemente su fortuna a base de especular con su avara inteligencia. Pero su avaricia crece proporcionalmente a su negocio. Mientras, recluídas en su casa, Eugene y su madre ven pasar los días vivendo miserablemente, ignorantes de la abundancia que guarda el escabroso anciano.


Dos grandes familias burguesas se disputan impúdicamente la mano de la bella Eugene, pero ella, apartandose de la riqueza de sus pretendientes, fija su amor en su joven primo Charles, huérfano de un padre endeudado que acaba de volarse la tapa de los sesos.


Charles llega a casa de la familia Grandet desconociendo las intenciones suicidas de su padre. Éste, junto con su hijo, envió una carta a su hermano, pidiéndole que se hiciera cargo de Charles y le ayudara a viajar a las Indias. Evidentemente al terrible tonelero le horrorizó el echo de tener que desprenderse de una mínima parte de su fortuna para ayudar a un sobrino al que detestaba desde ese mismo momento. El hecho de que su hermano se volara la cabeza no le produjo ningún escalofrío.


En esta primera parte de la novela ya están todos los ingredientes en la cazuela; todo lo que viene después es consecuencia de ello.


Charles viaja a la india prometiendo amor eterno a Eugene, pero su amor irá cayendo poco a poco por la borda del barco que cruza el Atlántico. Ella permanecerá fiel de por vida a ese amor que se le niega.


Antes de morir, el octogenario tonelero va cediendo poco a poco su tesoro a Eugene, siendo la última frase que sale de sus labios "Me darás cuenta de todo ello más allá..."

lunes, 2 de febrero de 2009

Drácula, el de verdad

Drácula es una de las novelas de terror mejor construidas de toda la historia, no me cabe la menor duda. Lamento no haber hincado el diente mucho antes a este clásico de la literatura universal, porque se disfruta enormemente con este libro entre las manos.

El protagonista de la novela es el Conde Drácula; hombre tremendamente erudito y educado a la vez que poderosamente malvado. Alrededor de este diabólico personaje, giran otros más en la novela, pero en el sentido contrario: el del bien. Se trata de Jonathan Harker, Mina Murray (más tarde Mina Harker), el doctor Seward, el doctor Abraham Van Helsing, Lucy Westernra, Lord Arthur Holmwood (Lord Godalming), Quincey Morris y un loco, Renfield.

Con todos estos invitados, Bram Stoker fabrica una leyenda que no ha sido superada por ninguna otra del mundo de la literatura: la leyenda del Conde Drácula y de los vampiros. Algunos incluso ponen en duda de que se trate de un personaje imaginario.

La novela se desarrolla en dos escenarios bien distintos: el castillo del Conde, en Transilvania y Londres, ciudad donde Drácula espera universalizar su poder y donde se crea la comunidad decidida a acabar con este terrorífico personaje.

Durante su lectura recuerdo muchos episodios impactantes. Algunos como el momento en que Harker no ve al Conde reflejado en el espejo es memorable... el cuaderno de bitácora del capitán del barco que traslada en un ataúd a Drácula durante su travesía por el mar pone los pelos de punta... las visitas al cementerio de los doctores Seward y van Helsing en busca de la No Muerta... y muchos más que invito al lector a descubrir por sí mismo.

He visto todo tipo de obras sobre Drácula: películas, documentales, historietas, etc... No descubrí al verdadero hasta leer la obra de Stoker. Palabra.
 

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